Sin habernos conocido previamente, al mirarnos no hizo falta introducción; comprendimos al instante que existía una gran, afinidad entre los dos.
Cuando mis ojos se fijaron en los tuyos un mutismo de mi vida se ocupó, silencio me pidieron tu labios ....ya, no era mió, mi corazón.
¿Por qué te conocí? Si ya era tarde, con tu ausencia febril tu me engañaste.Yo te estreché en mis brazos y miré tiernamente tu tez blanca flamable; pero todo acabó y el romance murió....cuando terminó el baile.
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